lunes, 16 de julio de 2007

CUENCA

Este jueves, aprovechando un parón laboral de Steward nos hemos dado una vueltecita por Cuenca y aledaños. Waychi, Anita, el mismo Steward y yo.

Primera parada: Cuenca capital. A unas dos horitas desde Madrid, 75% en autovía.
Cuenca es una ciudad pequeñita, acojedora y muy, muy bonita. Eso sí, es muy recomendable llevar un buen calzado, porque te puedes hartar de subir cuestas, y una gorra, porque el día que pega el lorenzo te derrites. Cuenca está salteada de fuentes de agua fresca, pero si eres un poco pijo para el agua es mejor llevar una botella propia. Demasiada cal.
Es imprescindible, antes de subir al casco viejo, parar en la "Bodeguilla de Basilio", cerca de la plaza de España. Por tres cañas y un vinito nos pusieron una tapa tal que así:

Pincho en la Bodeguilla de Basilio

Despues es una buena opción subir en coche hasta el parador, hay una buena panorámica de las casas colgadas (que no colgantes), aparcar por allí, cruzar por el puente y ya estás en la zona antigua. Llegas directamente a la catedral. Cuidadín con hacer fotos que se te puede romper la cámara, snifff, snifff...Nosotros visitamos lo más llamativo en cosa de dos horitas paseando, aunque seguro que nos dejamos algo. Cuando Steward me pase las fotos que hicimos con su cámara tras la rotura de la mía, las pondré aquí.

Tras el paseito nos decidimos a visitar la ciudad encantanda, que está a unos 40 kms de Cuenca, eso sí, por una carretera infernal. Parada obligatoria en el "Ventano del Diablo" y toma de decisión de hacer las fotos con el móvil.

Vista desde el Ventano del Diablo

Y, finalmente, visita a la "Ciudad encantada". En mi opinión, es ideal para ir con niños o, en su defecto, con Steward que se pasa la tarde buscando animalitos y monstruitos en las extrañas formas de las piedras, pero en general no sé si merece la pena. También es cierto que a estas alturas estabamos reventados. De todos modos hay que reconocer que el paraje es, cuando menos, peculiar.

Parajes de "La ciudad encantada"

Pues nada. Espero que las fotos, aunque sean una chusta, os permitan haceros una idea de lo que se cuece por allí.



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